Dance Marketing

Dance Marketing

Muchas empresas han adoptado estrategias de marketing novedosas e impactantes a lo largo de los años, principalmente para lograr atraer a clientes potenciales a través de elementos divertidos y entretenidos, como el dance marketing. Aunque es una estrategia muy casual, igualmente cuenta con muchas técnicas que no se pueden pasar por alto.

¿Qué es?

Es una técnica para sorprender a un grupo de personas en un lugar amplio y público, con la idea de llevar a cabo un espectáculo de baile y música. Incita a la participación de los usuarios incluyéndolos en la sesión de baile, al mismo tiempo que busca generar viralidad, ya que es grabado por dispositivos y enviado a las diferentes redes sociales.

Uno de sus principales objetivos es buscar generar una reacción viral para mejorar el posicionamiento web de una marca en redes sociales y en buscadores. Al mismo tiempo, se busca implementar técnicas de neuromarketing, de forma que los consumidores asocien a la marca con una situación divertida y que puedan recordar fácilmente.

¿Para qué sirve?

En los últimos años, esta estrategia ha permitido a miles de empresas promocionar sus productos y servicios, gracias al potencial de difusión del mensaje a través de las redes sociales se fomenta un escenario viral, que no solo da a conocer a la marca de forma rápida y global, sino también que permite acelerar el nivel de ventas, todo esto a partir de la música y el baile. Los clientes se divierten, conocen el producto o servicio y comparten su opinión en las redes sociales.

Es muy efectivo cuando se realiza en un espacio con gran cantidad de gente, de forma que el mensaje publicitario pueda ser esparcido con mayor rapidez, en formato boca a boca o a través de medios sociales. Igualmente, uno de sus objetivos es dejar una imagen agradable de la empresa en la mente del consumidor, por lo que puede llegar a generar un mayor impacto que cualquier otra campaña publicitaria convencional.

¿En qué consiste el Dance Marketing?

Primero que nada, se debe hacer un estudio de la audiencia y del mercado, empezando por establecer los lugares donde se concentran las mejores condiciones en ambos casos. Por ejemplo, un centro comercial, un instituto universitario, una biblioteca, entre otros. Una vez establecido el lugar, se procede con la elección de la música y el tipo de baile, también deben tenerse en cuenta los datos de la audiencia y sus intereses en escenarios artísticos.

Luego, se realizan los ensayos para la campaña, donde participa un grupo de personas, generalmente jóvenes. Realizan una coreografía musical animada y de corta duración. También se recurre al contacto con el cliente, haciéndolo partícipe del evento para que experimente un momento agradable.

El factor sorpresa es un elemento importante en la ejecución de esta estrategia, ya que permite que incentive la aparición de emociones fuertes como la expectativa, la alegría y la euforia. Esto permite que el consumidor recuerde a la marca más fácilmente en el futuro.

Ejemplo de Dance Marketing

Este tipo de estrategia también suele compararse con el street marketing o publicidad de calle, ya que cuenta con una clasificación que denominan como Flash Mobs publicitarios. Sin embargo, suelen tener algunas diferencias, la principal es que en los flash mobs los clientes no suelen participar de la experiencia.

Una de las presentaciones de dance marketing más viralizadas es la de los empleados de del hipermercado Alcampo en Asturias, en este caso, todas las condiciones estaban presentes, los consumidores habituales de la marca y el lugar ideal dentro del mismo local. Esta estrategia dio la apertura de los descuentos de verano en el mercado, incluso se volvió un reto viral entre otras sucursales de la misma marca de toda la región.

 

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